El sistema de subvenciones a personas en paro en España ha sido objeto de controversia durante muchos años, debido a los efectos negativos que puede tener en la motivación de las personas para encontrar trabajo. En lugar de fomentar la formación y la búsqueda de empleo activa, muchas personas en paro utilizan las subvenciones como una forma de ingreso pasivo, lo que les permite evitar la búsqueda de empleo y mantenerse en una situación de comodidad económica. Este problema se ha agravado en los últimos años con la entrada en vigor de una nueva normativa que permite que los militares que dejan las fuerzas armadas a los 45 años puedan acceder al subsidio de desempleo y a una ayuda vinculada a su especial disponibilidad, y que a menudo son objeto de críticas por su negativa a aceptar empleos mientras siguen cobrando la ayuda económica y sobre todo el paro.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas en situación de desempleo en España buscan activamente empleo y se esfuerzan por mejorar sus habilidades y su formación. En este sentido, las subvenciones pueden ser una ayuda necesaria para cubrir los gastos básicos mientras se busca trabajo, especialmente en un contexto económico difícil como el actual. Tener dos años para reinventarnos puede ser la solución para muchos, pero hay que usar esta oportunidad desde el minuto 0 porque en caso contrario antes de parpadear se nos habrá escapado entre las manos. Y desgraciadamente esto ocurre en muchas ocasiones.
El problema no es nuevo, pero se ha agravado en los últimos años debido al elevado nivel de desempleo en el país (sobre todo en determinados sectores y edades) y a la falta de medidas efectivas para fomentar la formación y la búsqueda activa de empleo. Muchas personas se encuentran en una situación difícil, sin empleo y con pocas perspectivas de encontrar trabajo en un mercado laboral altamente competitivo. Las subvenciones parecen una solución fácil, pero a menudo son una trampa que impide a las personas salir de su situación de desempleo.
Existe entre los que llegan a esta situación una sensación de que “pierden dinero” en caso de que encuentren trabajo antes de que se les termine esta ayuda. El cortoplacismo es un problema real, pensamos en el YA y no en lo que va a pasar en 5 o 6 años, mucho menos en 10 o 15. Si a esto le sumamos un aumento exponencial de la economía sumergida y de la posibilidad de obtener ingresos en B mientras se están recibiendo ayudas.
En el caso de los militares que dejan las fuerzas armadas a los 45 años, la situación es especialmente complicada. A menudo se encuentran en una situación de transición difícil, sin una clara orientación profesional y con pocas oportunidades de empleo a priori. El subsidio de desempleo puede parecer una solución temporal para ellos, pero a menudo se convierte en una trampa que les impide avanzar y hace que esta situación pase a ser permanente. En lugar de buscar nuevas oportunidades de empleo o formación, muchos ex-militares optan por vivir de la ayuda económica, lo que les impide salir de su situación de desempleo y mejorar sus perspectivas laborales.
Hay varias posibles soluciones al problema de las subvenciones a personas en paro. En primer lugar, es necesario un enfoque más activo y efectivo para fomentar la formación y la búsqueda de empleo. Las políticas activas de empleo, como los programas de formación y la orientación profesional, deben ser una prioridad para las autoridades competentes. Además, es necesario un mayor control y seguimiento de las personas que reciben subvenciones de desempleo, para asegurarse de que están buscando activamente empleo y que no están viviendo de la ayuda económica de manera pasiva.
En el caso específico de los militares que dejan las fuerzas armadas a los 45 años, es necesario un enfoque más específico y adaptado a su situación. Se pueden crear programas de orientación profesional y formación específicos para ellos, para ayudarles a encontrar nuevas oportunidades de empleo y a adaptarse a la vida civil. Además, es necesario un mayor diálogo y cooperación entre las fuerzas armadas y las autoridades competentes en materia de empleo, para asegurarse de que los militares reciben la información y el apoyo necesarios para su transición a la vida civil.
En este marco encontramos nuestra iniciativa: Surplus Emplea. Un programa pensado por y para los militares que buscan, voluntariamente u obligados por las circunstancias, una salida en la empresa privada.
El Ministerio de Defensa está desarrollando la Estrategia Integral de Desarrollo Profesional para reforzar la capacitación y trayectoria del personal Militar de Tropa y Marinería y los Reservistas de Especial Disponibilidad1. Además, SAPROMIL es una plataforma que gestiona salidas profesionales para personal militar y Reservistas de Especial Disponibilidad de cualquier ejército, cuerpo, escala, especialidad y empleo que voluntariamente decida participar en este proyecto2. Ambas herramientas parecen no haber tenido el éxito esperado y son muchas las razones para ello.
En conclusión, el problema de las subvenciones a personas en paro en España es complejo y requiere un enfoque multidisciplinar. Es necesario un mayor esfuerzo para fomentar la formación y la búsqueda activa de empleo, así como un mayor control y seguimiento de las personas que reciben subvenciones de desempleo para asegurarse de que no están viviendo de manera pasiva de la ayuda económica. En el caso específico de los militares que dejan las fuerzas armadas a los 45 años, se necesitan medidas específicas y adaptadas a su situación para ayudarles a encontrar nuevas oportunidades de empleo y a adaptarse a la vida civil.
Además, es importante sensibilizar a la sociedad sobre el impacto negativo que puede tener el uso pasivo de las subvenciones de desempleo en la economía del país y en la motivación de las personas para buscar trabajo. Se debe trabajar en la creación de una cultura de la búsqueda activa de empleo y de la formación continua, fomentando el espíritu emprendedor y la creatividad para encontrar nuevas oportunidades laborales.
Surplus Emplea pretende fomentar la búsqueda activa de empleo entre los reservistas de especial disponibilidad (RED) con un plan de choque que incluye:
- Asesoramiento personalizado que les permita identificar sus fortalezas y potenciarlas
- Ofrecer puestos de trabajo atractivos y adaptados a las capacidades de nuestros RED.
- Traducir la trayectoria militar de nuestros veteranos en las capacidades que demandan las empresas y que muchas veces no saben plasmar en sus currículos.
- Poner en contacto a las empresas con nuestros veteranos.
- Formar a nuestros RED en aquellas capacidades que necesitan para adaptarse a su nueva etapa.
En definitiva, el problema de las subvenciones a personas en paro en España es un desafío que requiere la colaboración y el esfuerzo de todos los actores involucrados. Es necesario trabajar en políticas activas de empleo que fomenten la formación y la búsqueda activa de empleo, así como en medidas específicas adaptadas a la situación de los militares que dejan las fuerzas armadas a los 45 años. Solo de esta manera se podrá lograr un sistema de subvenciones de desempleo justo y eficiente que ayude a las personas a superar su situación de desempleo y a mejorar sus perspectivas laborales en el futuro.